sábado, 25 de julio de 2015

Leyendas y mitos de mi Pueblo I

Las Brujas.


En las comunidades Tlaxcaltecas del Volcán Matlatlcueyetl,
La Matlatlcueyetl.

existe la creencia de que existen las brujas chupadoras de sangre, Tlaltelpulchis o Tlahuelpulchis. Su conversión a una  forma de guajolote, pero que también aparecen como bolas de fuego que se deslizan por los aires. La creencia sobre las brujas chupasangre está vinculada a la concepción del cuerpo y del alma. El término bruja para estas hechiceras, se impone como creencia para matizar la figura de las cihuateteos, mujeres que morían en el parto y que en una de sus variantes, las que nacían en el día ce ehecatl tendrían el poder de desarticular la parte inferior de sus piernas y luego las cambiaban por patas de ave, lo que les daba la posibilidad de volar por los aires (Ojeda Díaz, 2008).

Esta distinción en la transformación es lo que determina el poder de las brujas con respecto al nagual pues mientras éste solo se transforma en animal una sola vez, la bruja tiene la capacidad de hacerlo en diferentes formas de ave o bola de fuego a una entidad vaporosa, luego a ave con rostro humano. Sin embargo, la transformación ha sido señalada como parte de la identificación del nagüalismo en mesoamérica[1].


En reuniones familiares, se comenta que son mujeres perversas,  tienen pacto con el demonio, por eso atemorizan a las personas sobrevolando los montes, se cuenta que las brujas durante la noche, salen convertidas en bolas de fuego y brincan de cerro en cerro, a veces chocan y forman llamas en resplandor, se preparan para buscar niños recién nacidos, supuestamente para chuparles su sangre.

Por otra parte, algunas personas, aseguran que: "las brujas reciben ahora, por los adelantos de la civilización, el nombre de ovnis, no obstante, las personas que viven distantes de las ciudades..., rechaza categóricamente la nueva denominación."[2]

Existen También remedios contra este tipo de entes; brujas o nagüales.  p. e. Las madres de los bebes cierran todas las ventanas y ponen una tijera abierta debajo de los colchones de los niños, porque existe la creencia de que con eso ya no se acercan a la casa. Otra es que si se avista una bola de fuego como las que se mencionan aquí, hay que ponerse la ropa interior al revés y, si se va caminando por un sendero o camino, basta clavar una objeto con filo en él para que las brujas o nagüal queden estáticos. El mito está tan extendido que en ocasiones, aparecen noticias y leyendas sobre ello, por ejemplo, LAS MATÉ PORQUE ERAN BRUJAS[3] o  El señor que vivio con una bruja.[4] 

Las bolas de fuego, es uno de los fenómenos mas raros de la naturaleza, tan raro que durante años se dudo de su existencia, este es el "relampago de bola", era tan extraño, que pareecia inexistente, un mito, apareció en muchas mitologías, Kugelblitz, brujas, Balls of Fire y el Obayifo. Aparecían repentinamente o flotaban en el cielo,  se ha podido dar pruebas de su existencia, darle una explicación. 

Se han visto en cercania de tormentas, por lo que es muy posible que sean semejantes al relámpago, aunque ningún fenómeno eléctrico conocido es identico a este, incluso se ha comprobado en el laboratorio, es que son bolas de plasma, estables temporalmente, ligeras y posiblemente propulsadas por una fuga en la pared isostática[6].

 

Existen muchos relatos sobre éstos seres, en diferentes lugares del altiplano mexicano, aquí se expondrán algunos de ellos.



  1. En la población de Carmen Tequexquitla,

El Carmen Tequexquitla

que se encuentra en los límites del estado de Tlaxcala, narran que de niños y adolescentes veían con frecuencia pasar las brujas por su casita de paja a un lado de un maizal. Donde Una persona conocido como "Chava", menciona que; "Recuerdo que en determinadas noches unas bolas de fuego, 
Bolas de fuego
las auténticas brujas, bajaban y subían de un cerro cercano, permanecen en lo alto unos minutos, luego, a gran velocidad se dejan caer del cerro,  asustándonos a todos
, son muy malas, pues muy seguido le sacan la sangre a los recién nacidos dejándolos totalmente secos, como disecados. Otras veces se los llevan y ya no los devuelven."
 

Finalmente dijo con seguridad, que cierta vez que partió de cacería con unos compañeros por la llanura semiárida que rodeaba el campo que cultivaba el papá,  al llegar a una laguna apareció ante el grupo de amigos una bruja. "Como masa brillante de color rojo, despidiendo lumbre, pasó cerca de nuestras cabezas haciendo que nos tiráramos al suelo. Al levantar el vuelo, se dirigió a las aguas. Yo valientemente me incorporé y la seguí, aumentando mi sorpresa al ver que subía al ras de un montículo para atravesar el lago casi rozando la superficie y, cuando creí se estrellaría con el borde, lo esquivó ágilmente para luego perderse en el cielo". Era de noche, cerca de las doce. No había nubes y la Luna permitía observar cuanto ocurría.

2. En la ciudad de Atlixco Puebla, existe ésta leyenda,

Todas las madres rezaban cuando llegaba la noche; se santiguaban, oraban para que las bolas de fuego que se observaban desde lejos en el cerrito de San Miguel no volaran cerca de sus casas, se persignaban y persignaban a sus criaturas, niños de cinco años hasta los recién nacidos que eran los favoritos de las desagradables y feas brujas…

Todos se encerraban desde las ocho de la noche por miedo a toparse con una de ellas, se decía que llegando la noche se quitaban las piernas, las acomodaban a un lado de la hornaza del fogón y se ponían las patas de un guajolote, luego se arreglaban el pelo para no estar tan feas y se subían en escobas hechas con ramas secas y salían volando por las puertas o ventanas; al llegar al cerro de San Miguel,
leyendas-brujas-atlixco-puebla-post
Cerro de San Miguel en Atlixco
se juntaban y esperaban que llegaran mas para lanzarse al vacío desde la plazuela que está al pie de la escalera de piedra, 


Jardín Fray Toribio de Benavente, antes: Plazuela de San Francisco.
 pues no podían subir mas cerca de la capilla; y casi cuando llegaban al suelo, se prendían como bola de fuego para comenzar a volar por dos o tres horas, tratando de oler o ver una buena carnada de niños u hombres tomados, o enamoradizos. 

Las mamás después de acostar a sus hijos en sus petates cerraban las ventanas y puertas bien atrancadas, colocaban sus veladoras cerca de sus santos y después de orar, sacaban cruces de ocote, de estacas y tijeras cruzadas para ponerlas cerca de las puertas, bajo el petate y la almohada para proteger a los niños de las brujas chupadoras, porque cuando no encontraban obstáculos, llegaban y chupaban la sangre del niño en el cuello o en un pie hasta dejarlo casi muerto…la gente del pueblo ya no subía al cerro después de las 9 de la noche… aún después del paso de muchos años, todavía se llegó a ver el cansado vuelo de una bola de lumbre por las laderas del  “cerrito”, como señal de que las brujas todavía quieren seguir “chupándonos”… la sangre. 

Referencias:

[1] http://www.elcuartodeguerra.com/index.php/local/52-tlaxcala/2559-conferencia-qnagualismo-y-brujeria-en-tlaxcalaq-se-impartira-el-viernes-en-nuevo-horario.html
[2] http://lrrelvalordeser.blogspot.mx/2010/09/acoso-de-brujas-en-tlaxcala.html
[3] http://agendatlaxcala.com/index.php?nota=la-mate-por-bruja
[4] http://www.mitos-mexicanos.com/leyendas-de-terror/el-seque-vivio-con-una-bruja.html
[5]http://gruposdepoderyviolencia.bligoo.com.mx/media/users/18/932099/files/237944/interpretaci_n_antropologia_de_las_brujas.pdf
[6] http://platicandodefisica.blogspot.mx/2013/03/bolas-de-fuego.html




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